Nada es lo que fue

Todo parece igual, los mismos días de mierda, las horas interminables, malhumores, decepción, desilusión, errores, llantos antes de dormir, bronca. 

Pero no es así, nada es lo que fue. 

Si miramos atrás, vamos a ver cuantos días hermosos tuvimos, cuantas horas que no queríamos que se terminen, cuando el mal humor no existía todo estaba feliz, cuando había una promesa cumplida, y una ilusión por venir, cuando aprendimos del error, sonreímos y todo fue amor.

Todo estuvo en su lugar, como si fuese un rompecabezas recién armado. Lo que suele pasar, es que no lo sabemos ver, nos quedamos con la peor imagen, con las que hace ponernos mal, el lado negativo. 

Lo lindo es vivir todo eso, todo lo bueno. Pero la mejor parte es cuando la revivimos, cuando recordamos lo felices que fuimos. ¿Quien me dice que hoy no puedo ser feliz?

Y aunque haya sido el peor de nuestros días, levantemos la cabeza, miremos el panorama lleno de colores, esperándonos para pintarnos de; alegría, amor, paz, sabiduría, sueños...