Al final del día, en la noche, donde nuestros pensamientos mas sinceros se van acercando y se hacen sentir los mas intensos sentimientos, es allí donde esta la verdad de nuestro interior.
Las cosas han cambiado, dejamos ir de todo y nos dejamos llevar por la intensidad de la vida misma. Y en el momento menos pensado, te chocas con vos mismo, y te ves, te miras a los ojos. Todo se detiene, y tus ojos están viendo otros, los de alguien mas. Y ese alguien es la presencia que te hace ver todo diferente, a pesar de todo. Mas allá del dolor, mas allá de todo lo malo y lo bueno, te esta cambiando. Te estremece saber lo que puede pasar, pero seguís dejándote llevar.
Y soltás, soltás todo lo que ya no da para mas, y buscas el bienestar, el ser feliz. Con miedo de a ratos y con valentía por otros momentos, te lanzas al vacío, y dejas que todo pase. Porque todo pasa por algo.
Por algo todo se termina, por algo las personas se encuentran y otras se desencuentran. Por algo los comienzos suceden.
En la noche, donde todo es mas intenso, sabemos quienes son parte de nosotros, hoy. Y si el corazón te late fuerte y sonreís ¡mejor!
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