Esa sonrisa. Eso si era de otro contexto. Esa sonrisa cura, te saca de donde estés, te saca todo mal.
Esa boca, Dios, esa boca perfectamente marcada, y rosada. Pura boca, diría. Esa boca que sabe dar unos besos, y qué besos. Besos que saben besar.
Manos, son sus manos las mas suaves que sentí. Blancas, delicadas, grandes.
Su pelo con rulos. Castaño claro. Largo o corto.
Lunares, lleno de ellos. En todos lados, me he cansado de contarlos y aún no termino.
Pecas. Pecas suavemente salpicadas debajo de sus ojos.
Piel. Piel con piel. Su piel y la mía; nunca antes hubo una mejor conexión. Es la piel la que no nos deja ir.
Ser. Todo su ser es encantador.
Su forma de tocar un instrumento. Su forma de amar, de hablar, de contar chistes sin gracia. Su forma de mirar. Su reír, su llorar. Sus malos humores, sus enojos, sus penas y miedos. Sus deseos mas profundos. Su forma de dormir, de respirar, de vivir.
Te atrapa, te hace adicta. (Me hice adicta a vos). Me encanta, me fascina por donde lo mire, por donde lo bese, por donde lo sienta, lo escuche. Me enamora, me atrapa. No me deja ir, ni escapar. Me tiene atrapada en cada lugar de su existir. Me hace eterna.

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