sábado, 6 de junio de 2015

Vida mía

Vida mía; te escribo porque nunca antes lo hice.
Vida que a veces bien o mal te vivo. Vida mía, gracias por cada golpe, cada tropezón. Y también gracias por cada cosa aprendida, por cada sufrimiento, por cada alegría inmensa.
A veces (o casi siempre) no te sé valorar, no te sé vivir. No sé ni siquiera para donde ir. 
¿Por qué no valoramos lo lindo que nos dio nuestra mamá? 
Mayormente para valorar la vida, hay que pasar por un quirófano, hay que enfermarse gravemente, hay que estar al borde de la muerte para aferrase a la vida, hay que perder a un ser querido. Y ahí, es cuando nos damos cuenta que la vida se nos escapa de las manos cuando menos lo esperamos; Hoy estás, mañana no se sabe. 
Y no, la vida no es una mierda porque hayas tenido un mal día eh. La vida es hermosa. Que te lata el corazón, que se te llenen de aire los pulmones, que puedas caminar, que puedas pensar, bailar, cantar, soñar, reír y llorar, crear, amar, dudar, afirmar y negar, que puedas vivir. Y como dice la canción; Vivir solo cuesta vida. Así que no pierdas el tiempo, ni las ganas de vivir. 
Gracias vida mía por hacerme pasar por un quirófano y que haya podido salir de ahí, para darme cuenta de lo lindo que es estar vivo, de lo lindo que estar escribiendo esto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario