Tarareaba unas canciones de rock nacional, mientras escribía una carta. Un poco suicida, de amor, odios, reproches, celos, ternura.
''No te deseo nada malo, mi cielo. Pero ojala nunca en tu vida te olvides de mi. Y sé muy bien que no lo vas a lograr, estoy metida en vos''. Ese fue unos de los párrafos que mas le gusto escribir.
''Y si hoy estoy acá media muerta, media vivía... es por ¡vos!'' otro...
Estaba llena de sentimientos que le comían la cabeza y el corazón, se me mezclaba el amor que le tuvo (tiene) y el odio que le empezó a tener en los últimos tiempos de soledad. Debería soltarlo por completo, y quizás así lo estaba haciendo, a su manera.
Le dio mucho a quien no se lo merecía, lo quería mas a él que lo que se debería querer ella. Como si el amor del joven la prendiera fuego entera y ella disfrutase de eso.
''Perdoname por todo, perdoname por darte hasta mi ultimo respiro, te odio''. Escribía con lagrimas en los ojos mientras se acordaba de lo hijo de puta que
había sido en algunas situaciones.
''Siempre las preferiste a ellas, y nunca a mi, siempre las admiraste y nunca a mi.'' Esos celos con reproche de no poder ser su centro de atención, de no serlo todo.
Por momentos, lo amaba, y por otros lo odiaba.
Y al final de la madrugada quedó tendida en su cama, dormida, con la carta, esa carta que no sabe si llegaría a destino o seria una mas sin ser entregada.
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