La Luna fue testigo, mi amor. Yo la vi, y ella nos vio.
Nos vio abrazados, con algo de decepción, tristeza, miedo, llanto y de mas.
Entre miles de pensamientos, estábamos ahí firmes, porque ambos queríamos eso, de diferentes formas, estábamos reunidos en la oscuridad de una vereda, y a la luz de ella, quien nos observaba desde arriba creyendo en vos, en mi. Creyendo en el amor, pero el nuestro.
Nos miraba con algo de miedo, al no saber que iba a pasar, si se podía seguir o no.
En la suplica del perdón y en el pensar en el error, entre medio de nosotros, ahí estaba.
Fue testigo de todo, de ese beso desgarrado por los sentimientos, de esos abrazos necesitados, del llanto desconsolado, de las miradas que decían mas que mil cosas a la vez.
Hoy creo en vos, como la Luna creyó en nosotros.

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