Caminando sin rumbo alguno,me cruce a dos jóvenes en un banco,cerca de un lago, me senté para observarlos había algo de ellos que atraía mi atención.
Ella estaba decidida con una opinión, el trataba de convencerla de lo contrario,no podía darme cuenta de que era, continué mirando con atención y tratando de escuchar lo que hablaban. No estaba lejos de ellos,pero tampoco tan cerca. En un momento el la abrazó, le hablaba, pude darme cuenta de aquel ''perdón'' tan bien pronunciado que le había dicho el joven a ella, sus caras se pusieron en contraste a la otra, quedaban perfectamente unidos, se miraron a los ojos, y siguiente a eso, se adaptaron uno al otro en un beso,que los hizo uno solo.
Realmente,parecía que ella lo había vuelto a elegir, y que el ese perdón que suplico él, había tomado el significado que tenia que tomar. No hablaron mas, el silencio los rodeaba, no se captaba incomodidad, era un placer oírlos en silencio,contemplarlos callados, abrazados, entrelazados como dos almas unidas.
-Crees en el amor? -Preguntó el chico rompiendo el silencio,después de un rato.-Si,si creo,aunque todavía no encontré al mio,y vos?- Respondió la joven. -Si,también creo en el,pero tampoco encontré al mio,no estoy apurado,en algún momento llegará.
El silencio volvió a aparecer, hablaban de amor sin fijarse que entre ellos podrían ser su amor, él su amor, y ella el suyo, parecían no notarlo, o no darse cuenta de ello, pero tampoco iba a interrumpirlos para decirles lo bien que se veían juntos, en serio mi idea de que ellos eran el amor hecho jóvenes lo tenia mas presente que nunca.
Después de unos minutos, me levante preparada para seguir mi desconocido camino, empece mi rumbo pero antes los volví a mirar, jamas se me va a ir de la cabeza esa última imagen de ellos, juntos, riéndose de sus propios chistes, sonriendo hasta que sus ojos se achinen.
Crucé la calle y tomé otra dirección.